Meses después acabó mi corazón tirando la toalla, el mismo me dijo que ya no podía dar mas de sí, que ya bastaba de apostar tanto, para no ganar.
Supongo que a una persona orgullosa lo que mas le duele es que le toquen el orgullo, habla la mas orgullosa y la que mas destrozado tiene el orgullo...y no me arrepiento, porque sé que después de todo he aprendido que por muy triste que sea aqui o pisas o te pisan y te aseguro que a mi nadie mas me va a pisar, que si me echan, será de menos y que si me dejan...será sin habla.

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