sábado, 24 de noviembre de 2012

ME

He querido a rabiar y he odiado de una manera que me sorprendió a mi misma. Hice caso a mi corazón sabiendo que debería pensar bien las cosas antes de hacerlas, pasé de la razón, de la experiencia porque para mi su sonrisa valía mas que cualquier excusa, me compensaba las miles de lagrimas verlo feliz o que una vez al mes me hablara, no tiene mucho sentido ahora pero ha sido así durante mucho tiempo.
Meses después acabó mi corazón tirando la toalla, el mismo me dijo que ya no podía dar mas de sí, que ya bastaba de apostar tanto, para no ganar. 
Supongo que a una persona orgullosa lo que mas le duele es que le toquen el orgullo, habla la mas orgullosa y la que mas destrozado tiene el orgullo...y no me arrepiento, porque sé que después de todo he aprendido que por muy triste que sea aqui o pisas o te pisan y te aseguro que a mi nadie mas me va a pisar, que si me echan, será de menos y que si me dejan...será sin habla.

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